Por Rodrigo Seijas
Germán Favier es el guionista y director de Sangredus, film argentino enmarcado dentro del género noir y realizado con escasísimos presupuesto y recursos, que integra la Competencia Oficial de Largometrajes Ficcionales del 11º Festival de Cine Inusual de Buenos Aires. En conversación con FANCINEMA, el realizador cuenta los orígenes del proyecto, la ideas y referencias que tomó para desarrollar el argumento, el trabajo con los actores para desarrollar un estilo particular y el modo en que se adaptó a las inevitables barreras para completar la película, entre otros temas.
-¿Cómo surgió el proyecto?
Como siempre sucede cuando me impacta una historia, había terminado de ver la historia de un mesías asesino conocido como Jim Jones, y la historia de Heaven´s Gate, cuando se me pasó la imagen de un mesías homicida en Argentina. Se me puso en la cabeza sus estigmas, su ceguera, y finalmente surgió su contrapartida, el investigador atribulado. Resultó automático: ya sabía el tipo de historia oscura que quería, y entonces el guión lo terminé en tres semanas, siempre basándome en pequeños hechos de otras historias reales de víctimas sectarias.
-¿Con qué recursos de tiempo y logística contaste a la hora de filmar? ¿Qué tipo de desafíos y dificultades afrontaste durante el proceso de producción?
Los recursos de tiempo en Sangredus dependieron de los horarios libres de los actores, ya que todos tienen sus propios trabajos y no contábamos con un presupuesto para más que viáticos y almuerzo. En la parte técnica, quería tener control pleno de la filmación, por lo que trabajé sólo con Leandro Pascutto, el director de fotografía y cámara, basándonos en los storyboards que hice de los planos clave. Lo acotado del guión nos permitió plantear luces y escenarios en lugares comunes (usamos luces prácticas, lámparas y luz natural) y quizá el verdadero desafío fue conseguir el estilo realista y cruel en la performance de los actores, frente a cámara y contando con un mínimo tiempo de ensayo. Con posterioridad, junto a Nicolás Bucci, el post editor, luchamos muchísimo con el audio, escollo devenido del presupuesto escaso con el que contamos durante todo el desarrollo.
-¿Cómo fue el trabajo con los actores con vistas a construir un verosímil dentro del género noir?
El proceso desde el inicio fue citar a los actores, tomar un café, charlar largo y tendido sobre el proyecto y comentarles qué deseaba. Les reseñé punto por punto qué era y a qué apuntaba Sangredus, les mandé los links de varias películas de género noir, y no dejé una sola duda de cada perfil en los personajes. Como me encanta contar historias, muchas veces yo mismo actuaba la escena de otros para ilustrar cómo la quería ver plasmada, y eso creo que a un actor lo anima a encarar el trabajo con mayor énfasis, viendo que el director es capaz de hacer los personajes porque los siente y los conoce.
-¿Qué influencias tuviste a la hora de concebir la película? ¿Qué directores, películas o corrientes tomaste como referencias?
La musa inspiradora fueron películas que amé desde niño. Muchas las había visto en ciclos como Función Privada, como The Amazing Mr. X (1948), de Bernard Vorhauss; Desperate (1947), dirigida por Anthony Mann; y, obviamente, La dama de Shanghai (1947), de Orson Welles.
-¿Cómo ha sido la recepción en el Festival de Cine Inusual? ¿Qué esperás a futuro en cuanto a las exhibiciones futuras y la distribución de la película?
En el Festival de Cine Inusual, nos dimos el lujo de llenar la Sala 3 del Cine Gaumont y tuvimos una muy buena repercusión, de manera que nos quedamos sorprendidos y por lo menos por mi parte, aliviado. Ahora sólo falta esperar qué sucederá en los circuitos extranjeros donde la película sea exhibida y que algún productor ponga el ojo sobre el cine argentino noir, que es nuestro deseo.